jueves, 19 de octubre de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"¿Qué es lo que enseña vuestro Maestro?, preguntaba un visitante.
Nada, respondió el discípulo


Entonces, ¿por qué pronuncia discursos?
Lo único que hace es indicar el camino, pero no enseña nada.


Al visitante, aquello le resultaba incomprensible, de modo que el discípulo se lo explicó:


Si el Maestro enseñara, nosotros convertiríamos sus enseñanzas en creencias. Pero al Maestro no le interesa lo que creemos, sino únicamente lo que vemos.»


Anthony De Mello







***













"En el monasterio y, más aún, en el mundo, el contemplativo está llamado a vivir conscientemente este ser y esta misión singulares. 


Por encima de su vocación particular (monástica, apostólica, misionera, matrimonial, etc.), el contemplativo tiene una vocación única extraordinaria que le lleva a la unión de amor con el Amado, a la vez que le ofrece la mayor proyección apostólica de su vida, a través de la vivencia entrañable del misterio escandaloso de la cruz.



2) Cruz, pobreza y ofrecimiento


El ser nuevo que el contemplativo ha recibido como don y que le identifica con Cristo, posee un aspecto de gran importancia que le permite vivir en la hondura de esa identificación, y proyecta ésta hacia el mundo con la imparable eficacia de la redención. 


Se trata de lo que podríamos denominar el ofrecimiento en pobreza crucificada, el cual constituye uno de los principales pilares de la santidad.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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