sábado, 4 de noviembre de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"El propietario del parque de atracciones hablaba de la ironía que suponía el hecho de que, mientras los niños lo pasaban en grande en su parque, él solía estar, por lo general, deprimido.


¿Qué preferirías: ser un propietario de parque o divertirte?, le pregunto el Maestro.


Ambas cosas respondió.
El Maestro no dijo una palabra más.


Cuando, más tarde, le preguntaron a este respecto, el Maestro se limitó a citar las palabras que un vagabundo le había dirigido a un rico terrateniente: Tú posee la propiedad. Otros disfrutan del paisaje.»


Anthony De Mello






***













"A la vez que ama la pobreza, el contemplativo ama la Cruz porque es la del Crucificado, a quien ama; porque es la prueba máxima del amor más grande, el anillo del desposorio que el Crucificado le ofrece, su más ardiente declaración de amor, la mano tendida que le arrastra a la Gloria. 


Por eso sólo quiere y busca abrazar la cruz, y aprovecha todas las ocasiones que le acercan al sufrimiento para colocarse en la actitud de acogida y receptividad que le permita responder, con un amor del mismo estilo que el suyo, al amor que el Señor le regala.


Este amor al Crucificado arrastra al contemplativo hacia la unión que le identifica con su Señor; pero antes debe pasar por el punto en el que el hombre viejo se opone con toda su fuerza a esa transformación y se parapeta en una invencible resistencia, la cual trata de defender precisamente aquello que hay que destruir.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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