jueves, 6 de octubre de 2016

Guía diaria para acompañarnos en el camino



"A un visitante que aseguraba no tener necesidad de buscar la Verdad, por que ya la tenía en las creencias de su religión, le dijo el Maestro:


Había una vez un estudiante que nunca llegó a convertirse en un matemático, porque creía ciegamente en las respuestas que aparecían en las últimas páginas de su texto de matemáticas; ... y aunque parezca paradójico, las respuestas eran las correctas.»


Anthony De Mello






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»El hesicasta, la persona que ha conseguido la hesiquía, la quietud interior o silencio, es, por excelencia, el que escucha. Escucha la voz de la oración en su propio corazón, y comprende que esta voz no es la suya propia sino la de Otro que habla dentro de él. 


La relación entre el orar y el guardar silencio se hará más clara si consideramos cuatro cortas definiciones. 


La primera describe la oración como «...solemne petición a Dios... La oración se vislumbra aquí como algo expresado en palabras, y más específicamente como un acto de petición a Dios para que otorgue algún beneficio. 


Estamos aún en el nivel de oración más externa que interna. Pocos podemos quedar satisfechos con tal definición.»

Kallistos Ware-El poder del Nombre


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