viernes, 9 de febrero de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"La casa del mullah Nasrudin estaba ardiendo, de manera que él subió corriendo al tejado para ponerse a salvo. Y allí estaba, en tan difícil situación, cuando sus amigos se reunieron en la calle extendiendo con sus manos una manta y gritándole: “¡Salta, mullah, salta!”.


“¡Ni hablar! ¡No pienso hacerlo!”, dijo el mullah. “Os conozco de sobra, y sé que, si salto, retiraréis la manta y me dejaréis en ridículo!”.


“¡No seas estúpido, mullah! ¡Esto no es ninguna broma! ¡Va en serio salta!”.


“¡No!”, replicó Nasrudin. “¡No confío en ninguno de vosotros! ¡Dejad la manta en el suelo y saltaré!”.


Anthony De Mello




***










"El que ora tiene que estar todo él vivo, activo y presente; con una actitud esencial de fe y de amor. Sólo así la oración podrá ser verdadera expresión de la comunión de vida y de amor entre Dios y el hombre y tendrá eficacia sobrenatural. 


Una disposición diferente pondría de manifiesto que oramos para lograr frutos materiales por encima de los espirituales.


Además, en la medida en que la verdadera oración exige una profunda identificación con Jesucristo, origina en la persona un crecimiento en la bondad, el amor y la fidelidad; valores que no resultan fáciles de vivir en un mundo que nos amenaza permanentemente con la tentación de la búsqueda de resultados materiales y tangibles. 


Ésta es una tentación que no tiene otra solución que aceptar la oración como un ministerio que posee la eficacia divina que se manifiesta en medio de su aparente inutilidad; la misma eficacia que descubrimos en la «ineficacia» de la vida oculta de Jesús o de su muerte en la cruz.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


No hay comentarios:

Publicar un comentario