sábado, 17 de marzo de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Según un cierto relato, cuando Dios creó el mundo y quedó extasiado ante la bondad del mismo, Satán compartió su arrobamiento -a su manera, por supuesto-, pues, mientras contemplaba una maravilla tras otra, no dejaba de exclamar: “¡Qué bueno es! ¡Vamos a organizarlo...!”. “¡...y a divertirnos con él cuanto podamos!”.


¿Has intentado alguna vez organizar algo como, por ejemplo, la paz? En el momento en que lo hagas verás lo que son los conflictos de poder y las luchas internas dentro de la organización. La única manera de tener paz es dejarla crecer libremente.”


Anthony De Mello






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"Se trata de un sufrimiento real, no imaginario; que puede llegar a ser fuerte y desgarrador; pero que, al no salir del ámbito de la gracia, se padece con fe, esperanza y amor.


De hecho, el sufrimiento es un buen indicador de que el Señor encarga una determinada misión de intercesión al contemplativo. El hecho de que éste se sienta inevitablemente vinculado a una necesidad y al sufrimiento que comporta en otras personas, puede ser signo de una encomienda concreta que el Señor le hace. 


Pero en estos casos hay que afinar el discernimiento, ya que el mismo sufrimiento puede crear una cierta dificultad para entender el alcance de la intercesión, de tal manera que el contemplativo se siente vinculado a cierto acontecimiento o necesidad, pero no sabe muy bien el sentido que tiene ese vínculo ni a dónde le lleva.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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