"Una dependienta le vendió unos pantalones de un amarillo rabioso a un muchacho que parecía encantado con su compra.
Al día siguiente volvió el muchacho diciendo que quería cambiar los pantalones. El motivo: “No le gustan a mi novia”.
Una semana más tarde regresó de nuevo, todo sonriente, a comprar otra vez los dichosos pantalones.
“¿Ha cambiado su novia de opinión?», le preguntó la dependienta.
“¡No!”, respondió el joven. “He cambiado yo de novia”.
Anthony De Mello
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"-Aceptar las dificultades de la oración.
Hemos de contar con las dificultades para orar; porque son normales, forman parte de la misma vida de oración y constituyen la mejor manera de purificar la vida interior.
Tal como decía Teófano el Recluso:
Hemos de contar con las dificultades para orar; porque son normales, forman parte de la misma vida de oración y constituyen la mejor manera de purificar la vida interior.
Tal como decía Teófano el Recluso:
"Trabajad hasta el agotamiento. Esforzaos todo lo posible, pero la obra de vuestra salvación, esperadla del Señor tan sólo... El Señor desea siempre todo lo que nos ayuda a la salvación y está pronto a concedérnoslo.
Espera tan sólo que nosotros estemos prontos y capacitados para recibir sus dones. Por eso, la pregunta: «¿Cómo aprender a cuidar mi alma?» se cambia por esta otra: «¿Cómo estar siempre preparado para recibir la fuerza de salvación, que siempre está pronta a bajar del Señor sobre nosotros?...». Y he aquí la respuesta a esta pregunta:
Abrirse a la gracia es «saberse vacío, desprovisto de razón, sin fuerza; es saber que sólo el Señor puede, quiere y sabe llenar este vacío».
Fundamentos-Contemplativos en el mundo
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