"Un hombre muy rico decidió hacer realidad el sueño de toda su vida: dirigir una orquesta.
Para ello contrató a un percusionista, a tres saxofonistas y a veinticuatro violinistas. En el primer ensayo dirigió tan penosamente que el percusionista sugirió a los demás músicos la idea de largarse todos.
Pero uno de los saxofonistas dijo: «¿y por qué marchamos, si nos paga estupendamente? Además, algo sabrá de música...»
En el siguiente ensayo, el director era sencillamente incapaz de llevar el ritmo. Con lo cual, el percusionista se puso a golpear los instrumentos con furia.
El director golpeó el atril con su batuta para imponer silencio, miró ferozmente a los músicos y preguntó:
«¿Quién ha sido?»
Anthony De Mello
***
41.Procura tener siempre tiempo para Dios y no tengas prisa por marcharte de la oración.
42.Evita el desorden y la dispersión, pero no te impongas un orden tan rígido que sea incompatible con la vida secular y te ahogue.
43.No pretendas tanto ampliar tus conocimientos, ni siquiera los más santos, sino profundizar en la experiencia de la comunión de amor con Dios.
44.No te pierdas en añoranzas del pasado o en inquietudes por el futuro; en el aquí y ahora tienes que vivir ya la eternidad, que no es otra cosas que unirte a Dios por el amor. Y eso está ya a tu alcance.
45.Sé sencillo y trata de simplificar todo, desentendido de todo lo que no sea de tu incumbencia. Tu tarea fundamental es la obra de Dios.
Fundamentos-Contemplativos en el mundo
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