«Sólo un imbécil dudaría en renunciar a todo a cambio de la Verdad», dijo el Maestro.
Y contó la siguiente parábola:
En un pequeño país, se descubrió que el subsuelo era un inmenso yacimiento petrolífero.
Lógicamente, los que tenían tierras se apresuraron a vender a las compañías petrolíferas, a cambio de verdaderas fortunas, hasta el último metro cuadrado.
Pero una anciana dama se negaba en redondo a desprenderse de sus tierras.
Las ofertas alcanzaron cifras realmente astronómicas, hasta que una compañía afirmó estar dispuesta a aceptar el precio que ella quisiera.
Pero ella se mantuvo tan firme que un amigo suyo, que no lo comprendía, le preguntó la razón de su actitud. Y la anciana le respondió:
«¿No ves que, si vendo mis tierras, perderé mi única fuente de ingresos?»
Anthony De Mello
***
"Allí donde nada se ilumine, tampoco se ve la luz.
Más aún, hoy en día sabemos que lo que llamamos «iluminado» no es, en realidad, otra cosa que luz concentrada.
Dicho de otra manera, es nada más que luz.
Y la luz aparece al iluminarse a sí misma.
Lo mismo ocurre con Dios. No hay otra cosa que Dios, pues Dios mismo es el ser.
Y todo lo existente es una manifestación del ser: ser concentrado, por así decir.»
La ola es el mar-Willigis Jager

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