"Un gallo estaba escarbando el suelo en el establo de un enorme caballo percherón.
Cuando el caballo empezó a impacientarse y a moverse nervioso, el gallo miró hacia arriba y le dijo:
“Haríamos bien los dos en tener cuidado, hermano, no vaya a ser que uno de los dos le pegue un pisotón al otro”.
“¡Deja de empujar!”.
Anthony De Mello
***
"Es comprensible: nuestro primer y permanente engaño no es otro que el de identificarnos con el ego y vivir para él.
Es un engaño que conduce a la confusión y al sufrimiento, porque implica nada menos que olvidarnos de nuestra verdadera identidad y reducirnos a “algo” que nos esclaviza: el ego, en cuanto manojo de necesidades y de miedos, nubla nuestra visión y nos hace ver la realidad desde la reducida ranura de una mente absolutizada.”
ENRIQUE MARTÍNEZ LOZANO-LA DICHA DE SER

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