"Me encanta servirte... pero insisto en que me lo agradezcas.
“Una enjoyada duquesa salió, a altas horas de la noche, de un elegante hotel de Londres donde había cenado y asistido a un «baile de caridad» a beneficio de los niños abandonados.
Estaba a punto de subir a su Rolls Royce cuando un andrajoso pilluelo se le acercó suplicante: «Por caridad, señora, deme seis peniques. Llevo dos días sin comer...»
La duquesa le rechazó con un gesto y le dijo:
“¡Desagradecido tunante! ¿No te das cuenta de que he estado bailando para ti toda la noche?»

No hay comentarios:
Publicar un comentario