lunes, 25 de abril de 2016

Guía diaria para acompañarnos en el camino



"Tres hermanos se internaban todas las mañanas en el bosque a cortar leña. Cada dí­a se turnaban para que uno de ellos se quedara en la cabaña y preparara la comida. 


Un dí­a, mientras el hermano mayor estaba solo en la cabaña, apareció un gnomo y le preguntó si podí­a comerse los restos del desayuno. El muchacho dijo que sí­ y el visitante empezó a comer. De pronto, dejó caer el pan y le pidió al joven que lo recogiera. Cuando este se inclinó, el gnomo lo golpeó con un palo en la cabeza. 


A la mañana siguiente, el segundo hermano se quedó solo en la cabaña, y el gnomo volvió a aparecer. Le preguntó si podí­a comer los restos del desayuno y dejó caer el pan. Pidió al muchacho que lo levantara y, cuando este se agachó, lo golpeó con un palo. 


Al tercer dí­a, se quedó en la cabaña el hermano menor. El gnomo apareció y le preguntó si podí­a comer los restos del desayuno. El joven le contestó: 
«Sí­, sobre la mesa hay pan. Sí­rvete. 


Cuando el visitante dejó caer el pan y le pidió al joven que lo recogiera, este le respondió: 
«Si no puedes arreglártelas con tu propio pan, no sobrevivirás. Recógelo tú." 


El gnomo le dio las gracias y le preguntó si le gustarí­a saber dónde encontrar a la princesa y el tesoro.» 


Cuento de origen desconocido







***












"Más adelante, en el atardecer de su vida, cuando los hijos están preparados para tomar el relevo, el hombre puede rechazar a un tiempo los deberes sociales, las cargas familiares y las preocupaciones económicas, y entonces se hace eremita. 


Es la etapa de «la partida al bosque», donde, a través del recogimiento y la meditación, tendrá que aprender a familiarizarse con lo que, desde siempre, permanece igual en nosotros y aguarda a sernos revelado: ese Yo eterno que trasciende las máscaras, las funciones, las identidades y las historias.»


Andar-Una filosofía-Fréderíc Gros


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