"Era un hombre que había sido encarcelado. A través de un ventanuco enrejado que había en su celda gustaba de mirar al exterior.
Todos los días se asomaba al ventanuco, y, cada vez que veía pasar a alguien al otro lado de las rejas, estallaba en sonoras e irrefrenables carcajadas. El guardián estaba realmente sorprendido. Un día ya no pudo por menos que preguntar al preso:
--Oye, hombre, ¿a qué vienen todas esas risotadas día tras día?
Y el preso contestó:
--¿Cómo que de qué me río? ¡Pero estás ciego! Me río de todos esos que hay ahí. ¿No ves que están presos detrás de estas rejas?
El Maestro dice: Por falta de discernimiento puro, no sólo estás en cautiverio, sino que ni siquiera llegas a darte cuenta de que lo estás.»
Cuentos clásicos de la India
***
"En su capítulo «Una noche en el pinar», Stevenson evoca el fenómeno de un brusco despertar, que sitúa hacia las dos de la madrugada y que concierne a todos los seres vivos, en el mismo momento, siempre y cuando duerman al raso.
Lo considera un pequeño misterio cósmico: ¿será un escalofrío de la tierra que nos recorre de arriba abajo?
¿Un momento de aceleración de la noche? ¿Un rocío invisible proveniente de los astros? Sea como fuere, el instante es sobrecogedor: el silencio suena entonces absolutamente como música, o, más bien, es en ese momento cuando, al levantar la cabeza, oímos claramente el canto de las estrellas.»
Lo considera un pequeño misterio cósmico: ¿será un escalofrío de la tierra que nos recorre de arriba abajo?
¿Un momento de aceleración de la noche? ¿Un rocío invisible proveniente de los astros? Sea como fuere, el instante es sobrecogedor: el silencio suena entonces absolutamente como música, o, más bien, es en ese momento cuando, al levantar la cabeza, oímos claramente el canto de las estrellas.»
Andar-Una filosofía-Fréderíc Gros

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