miércoles, 4 de mayo de 2016

Guía diaria para acompañarnos en el camino



"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que habí­a contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. 


«El mundo es eso» reveló» . Un montón de gente, un mar de fueguitos.


Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. 


Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende."


De Eduardo Galeano.







***













"Pero me he referido a «aprender» debido a una frase. Llevábamos varios minutos subiendo por un sendero y sentíamos como una presión a nuestra espalda. 


Un grupo de jóvenes ruidosos que querían ir deprisa, adelantarnos, caminaban golpeando el suelo con fuerza, para poner de manifiesto su presencia. De modo que nos hicimos a un lado, dejando pasar a la pandilla alborotadora, presurosa, que nos lo agradeció con sonrisas orgullosas. 


Y entonces, mientras los miraba pasar deprisa, Mateo dijo: «¡Vaya, si caminan tan rápido será que tienen miedo de no llegar!».

La lección era que, en la marcha, la señal auténtica de la seguridad en uno mismo es la lentitud.»

Andar-Una filosofía-Fréderíc Gros


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