sábado, 25 de marzo de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"El sufí Bayazid dice acerca de sí mismo: «De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: 'Señor, dame fuerzas par cambiar el mundo'». 


«A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: 'Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. 


Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho'». «Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración es la siguiente: 'Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo'. 


Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida».


Todo el mundo piensa en cambiar a la humanidad. Casi nadie piensa en cambiarse a sí mismo.»


Anthony De Mello






***














"Pero si este descubrimiento se da en la infancia no existen mecanismos normales que permitan valorar objetivamente una experiencia de este tipo, de modo que se acepta como normal y natural lo que es un don peculiar y extraordinario. 


Si, además y como suele suceder, el niño no cuenta con la ayuda externa de alguien que intuya en él esta gracia y sepa ayudarle a encajarla en la vida, todo queda reducido, con el tiempo, a una vaga impresión de fervor infantil. 


Sólo más adelante, cuando tenga ocasión de encontrar cerca a personas o instituciones que hagan referencia a los valores propios de la vida contemplativa, podrá reconocer en su interior un deseo insatisfecho de algo que quizá ya no se permite a sí mismo buscar.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


No hay comentarios:

Publicar un comentario