martes, 1 de agosto de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino



"El Maestro, aunque le fascinaba la tecnología moderna, se negaba a darle el nombre de «progreso».

El verdadero progreso, para él, era el «progreso del corazón», el «progreso de la felicidad», no el «progreso del cerebro» o el «progreso de los cacharros».

«¿Qué piensa usted de la civilización moderna?», le preguntó una vez un periodista.

«Creo que sería una buenísima idea», fue su respuesta.

Anthony De Mello





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"Una primera consecuencia de todo esto es que la vida contemplativa no es algo que podamos fabricar a nuestro antojo, sino algo que nos viene dado. 


Como seducción de Dios, es un don inmerecido ante el que no cabe otra actitud que la receptividad. Y esta gracia no puede traducirse en una vida mediocre, sino excepcional, que viene marcada por la propia vocación contemplativa, que es una llamada de Dios y no algo que uno decide arbitrariamente, como si fuera un hobby o un entretenimiento. 


Es Dios quien nos escoge para que seamos contemplativos. Y uno puede negarse a su seducción, pero al altísimo precio del fracaso de la propia vida interior. 


Por lo tanto, no estamos ante un tipo de vida que haya que conquistar, sino ante un modo de ser que hay que dejar que aflore desde lo más interior, allí donde Dios sembró, por el bautismo, la semilla de un amor infinito.»             


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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