"El Maestro prevenía una y otra vez contra todo intento de encerrar la Realidad en un concepto o en un nombre.
Un experto en misticismo le dijo: «Cuando usted habla del SER, ¿se refiere usted al ser eterno y trascendente o al "ser trascendente y contingente?».
El Maestro cerró sus ojos pensativo. Luego los abrió, adoptó su expresión más encantadora y dijo: «¡Sí!».
Más tarde diría: «En cuanto le das un nombre a la Realidad, deja de ser Realidad».
«¿Aunque le llames 'Realidad'?», preguntó maliciosamente un discípulo.
«Sobre todo cuando le llaman 'eso'».
Anthony De Mello
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"Y para lograrlo está dispuesto a poner todos lo medios y aceptar la total purificación del corazón; porque la nueva vida que Dios le ofrece no puede nacer si no es a través de una purificación radical, que constituye una auténtica muerte a sí mismo.
El contemplativo sabe que Dios es el Inaccesible, el Santísimo, y se considera incapaz de alcanzarlo sin morir.
Por eso quiere morir, no a la vida, sino al hombre viejo, al mundo y al pecado, que le impiden ver a Dios, vivirlo y esponjarse en él.
Sabe que no puede subir hasta Dios porque es inalcanzable, pero sí puede acogerlo en sí mismo porque Dios se le ha entregado; y por eso puede descubrirlo en el fondo de su propio corazón y entrar en una relación de amor tan profunda con él que transforma toda su vida.»
Fundamentos-Contemplativos en el mundo
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