sábado, 17 de febrero de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Las palabras (y los conceptos) son indicios, no reflejo, de la realidad. Pero, como dicen los místicos orientales, “Cuando el Sabio señala la luna, el idiota no ve más que el dedo”. 


Un borracho iba una noche tambaleándose por un puente cuando tropezó con un amigo. Se apoyaron en la barandilla y estuvieron charlando un rato.


“¿Qué es eso que hay allí abajo?”, preguntó de pronto el borracho.


“Es la luna”, le respondió su amigo.


El borracho volvió a mirar, asintió incrédulo con la cabeza y dijo: “Sí, claro, pero ¿cómo demonios ha llegado ahí?”.


Casi nunca vemos la realidad. Lo que vemos es un reflejo de la misma en forma de palabras y conceptos que en seguida confundimos con la realidad. El mundo en el que vivimos es, en su mayor parte, una construcción mental."


Anthony De Mello





***










"Al hacer suyo ese clamor, el corazón del contemplativo se convierte, por medio de su oración, en el recipiente que acoge a la humanidad entera, de la que él ha sido hecho intermediario.


Esta forma de oración es verdaderamente eficaz porque en ella el contemplativo no se dirige hacia fuera de él sino hacia Dios, que habita en su interior y le hace partícipe de su corazón para que pueda entrar en la experiencia íntima de la misericordia divina. 


Así, el contemplativo se convierte en el puente por el que llega a Dios el grito del desamparo y la miseria de los hombres, y llega a los hombres la misericordia de Dios. 


Él es el punto de unión que hace posible que la mano de los hombres, abierta suplicante hacia el infinito, pueda ser tomada y sostenida por la mano de Dios, abierta misericordiosamente hacia la humanidad.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo



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